
Santiago URBANI, de 18 años, fue sorprendido el Sábado a la madrugada cuando entraba a su casa en el partido de Tigre, donde estaban su madre y su hermana. Los delincuentes se lo llevaron a un cuarto y le pegaron dos tiros. Se realizaron ayer allanamientos para dar con sospechosos, que por ahora siguen prófugos. La mamá de la víctima dijo que "una madre no está preparada para esto, vos no te podés preparar para despedir a un hijo".
El personal de la Jefatura Departamental Tigre busca a los hermanos Cristian y Jesús RUÍZ DÍAZ BAYO, acusados de ser los autores del crimen de Santiago URBANI, el joven de 18 años que murió baleado en su casa de Tigre el último Sábado a la madrugada. Voceros policiales dijeron que los hermanos RUÍZ DÍAZ BAYO son los principales sospechosos gracias a los datos aportados por informantes que coincidirían con las descripciones que dieron de los asesinos los familiares de la víctima. Se realizaron realizó ayer una serie de allanamientos en busca de los hermanos en Del Viso y Benavídez y en un taller mecánico de Pilar para tratar de dar con ellos, pero no los encontraron. Santiago URBANI fue asesinado a las 04:00 horas de la madrugada, en una casa de Liniers al 1900, del partido de Tigre, muy cerca del acceso a la Panamericana y frente al shopping "Punto Tigre". Todo comenzó cuando Santiago estacionaba su Chevrolet Corsa en su casa. Mientras descendia fue interceptado por los delincuentes. Los ladrones obligaron al chico a abrir la puerta de su casa. Su mamá dormía en un cuarto y su hermana, en otro. Luego dieron vuelta todo. Se alzaron con dinero, joyas y artículos de electrónica. Fuentes del caso contaron que el chico fue llevado por uno de los delincuentes a una habitación y allí fue asesinado. Luego, escaparon con lo robado. Por el apuro, se habrían olvidado una de las armas en la casa. Habló la mamá de Santiago"Yo perdí a mi marido y a mi hijo, tengo una hija ahora y lo único que pienso es que me quiero ir del país, en realidad me quiero morir, pero todos me dicen que tengo que vivir por mi hija, y será así, me quiero ir del país, no quiero más nada", señaló entre sollozos Julia. La mujer, bioquímica y ex directora del hospital de Tigre, contó el hecho sucedido en la madrugada del sábado: "Primero lo dejaron inconsciente, se tomaron una hora y media para robar todo y después lo fusilaron". Al recordar a su hijo, dijo que "preparaba mil cosas, era estudiante de musicoterapia por su vocación a discapacitados, que era increíble; era un chico que tocaba en una banda de música, había hecho con la municipalidad un trabajo, estaban esperando una invitación de China por un trabajo sobre medio ambiente, una beca que ganaron (en el colegio), era un excelente amigo, un excelente hijo, muy inocente". Agregó, quebrada en llanto, "Se murió en mis brazos, a mí me tendrían que haber matado, no a él, yo era la grande, no a mis hijos, una madre no está preparada para esto, vos no te podés preparar para despedir a un hijo. No quiero más nada, no quiero hablar con nadie, ahora voy a despedir los restos de mi hijo".
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