
Un grupo de delincuentes copó hoy la comisaría de Zenón Pereyra en la provincia de santa Fé, con intenciones de robar el banco BISEL-MACRO pero al verse descubiertos huyeron.
Un grupo de delincuentes copó hoy la comisaría de Zenón Pereyra en la provincia de Santa Fé, con intenciones de robar el banco BISEL-MACRO, pero sus movimientos fueron tan obvios que el Gerente de la entidad se dio cuenta, y no abrió las puertas al público y dió aviso a la Policía. Al verse descubiertos, los delincuentes huyeron sin poder concretar el robo en un móvil policial, que abandonaron en una zona rural, por lo que se llevo acabo un operativo en conjunto con los departamentos Castellanos, San Cristóbal, Las Colonias y la Policía de la provincia de Córdoba para dar con los fotajidos. El Jefe de la Policía santafesina, Comisario General Sergio Miguel SUELDO, informó que el episodio se inició en horas de la madrugada, cerca de las 05:30 horas, cuando al menos cuatro delincuentes armados sorprendieron al efectivo que se encontraba en la guardia de la comisaría de Zenón Pereyra, ubicada a unos 80 kilómetros al suroeste de la capital santafesina. El efectivo acababa de regresar a la dependencia luego de efectuar una recorrida de rutina por el pueblo, cuando fue sorprendido y reducido mediante golpes y amenazas por lo delincuentes, que le sustrajeron su pistola reglamentaria y su uniforme, tras lo cual lo maniataron, amordazaron y encerraron en una de las celdas de la seccional. Los delincuentes lo sometieron a un interrogatorio sobre los movimientos de los bancos de la localidad, en la que hay dos entidades: el BANCO PROVINCIAL y el BISEL-MACRO. Cerca de las 06:00 horas, como es habitual, arribo a la dependencia otro efectivo que custodia al Tesorero del Banco Bisel-Macro, quien lo acompaña hasta el momento en que se abre la sucursal al público, a las 07:00 horas. Ese efectivo también fue sorprendido, reducido y encerrado junto a su compañero por los delincuentes. Media hora más tarde, el Tesorero del banco llegó a la dependencia para encontrarse con el último efectivo para posteriormente ir a la entidad. El empleado bancario también fue maniatado y amordazado por los ladrones, quienes además lo amenazaron para que les aporte datos sobre las actividades y manejo del banco. Ante tal circunstancia, el empleado les entregó a los asaltantes una llave del banco. A las 06:45, el grupo comando decidió partir hacia el banco, encapuchado y a bordo de móvil Ford Ranger en la que había cargado los uniformes de los policías, las dos pistolas reglamentarias que les sustrajeron, una escopeta y una ametralladora, y la llave del Banco Bisel-Macro. Pero los movimientos de los delincuentes, aparentemente bastante inexpertos, llamaron la atención del Gerente del banco, quien se encontraba preventibamente a pocos metros de la entidad, quien se sintió inquieto al ver que el Tesorero que todas las mañanas procedia a la apertura de la entidad no aparecía. Por tal motivo, se comunicó con dependencias policiales de las ciudades aledañas para manifestar su inquietud y decidió no realizar el sólo la apertura de la entidad, hasta no estar seguro de que todo estaba realmente bien. En tanto, otros efectivos pertenecientes a la dependencia copada y de seccionales aledañas comenzaron a movilizarse cuando vieron que la radio policial de la seccional y del móvil eran atendidas ante los insistentes llamados. Al llegar al banco los delincuentes se encontraron con las puertas cerradas y, tras dar unas vueltas por las inmediaciones y sospechar que podían ser descubiertos, optaron por escapar con las manos vacías en el móvil policial que abandonaron en una zona rural. En el móvil se hallaron la ametralladora y la escopeta sustraidas de la dependencia, al igual que los uniformes, aunque no así las dos pistolas reglamentarias de los efectivos. Hasta esta tarde la banda no había sido localizada, aunque continuaban los operativos de búsqueda por parte de la policía.
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