
Guillermo GOÑI, seguirá libre a pesar de haber atropellado y matado. La familia de su víctima reconoció como “vergonzoso” el fallo que por el cual el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro, condenó a dos años y diez meses de prisión en suspenso, a quien atropello y mato a Francisco Vrech xuando corria el mes de Abril del 2007, en la localidad de Olivos. Esa sentencia fue benefica para GOÑI, de 20 años de edad, quien gozara de la libertad, a pesar que el mencionado Tribunal, lo halló culpable del delito de “homicidio culposo”, descartando el pedido de la fiscalía y la querella para que se lo sentenciara a 10 años de cárcel por “homicidio simple con dolo eventual”. No irá a la cárcel salvo si cometiera otro delito y se lo inhabilitó por un periodo de ocho años para conducir. No hay justicia, está todo comprobado que corría picadas con el asfalto mojado, que venía a alta velocidad”, dijo llorando Mónica Ferreiro, madre de Francisco. La familia de GOÑI festejaba, no se sabe si el vergonzoso fallo del Tribunal. Francisco Vrech fue atropellado y murió, en la madrugada del 21 de Abril del año 2007, en la intersección de la Avenida Del Libertador e Hipólito Yrigoyen, en la Localidad de Olivos, partido de Vicente López, donde fue atropellado por GOÑI, quien conducia un vehiculo Honda Prélude blanco. A raíz del impacto de su cuerpo contra el vehiculo, Vrech murió en el acto mientras que un amigo suyo, resultó herido y debió ser internado. GOÑI continuo su marcha y según supo declarar en su indagatoria, se acerco a un control policial que se encontraba en la intersección de la Avenida General Paz y Cabildo, pero en el juicio quedó probado que fue entregado por dos jovenes que lo persiguieron después de atropellar a los adolescentes. Pese a no declarar en el juicio, GOÑI negó haber estado corriendo una picada con otro auto y aseguró que Francisco Vrech y su amigo, cruzaron por un lugar no habilitado, fuera de la senda peatonal.
Reflexionemos, la impunidad con la que actuan las personas y como la vida de los demás, y la nuestra valen tan poco para los ciegos ojos de la justicia.-
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