
Un delincuente se mató de un disparo en la cabeza en la localidad de Ciudadela, luego de intentar robar un banco y ser perseguido por la Policía durante 30 cuadras y tomar como escudo humano a un remisero para evitar ser detenido. El hecho se inició a las 14:00 horas en la zona bancaria de la localidad de Ramos Mejía en el partido de La Matanza, cuando personal del Seguridad Bancaria de la Policía de la Provincia de Buenos Aires advirtió que un hombre se bajó de un auto Chevrolet Vectra con dos bolsos, lo cerró y subió rápidamente a otro. En ese vehículo, un Fiat Palio, lo esperaba otra persona y como a los efectivos les pareció que su actitud era sospechosa, trataron de identificarlos, pero el conductor del auto escapó a alta velocidad. Mientras se dio una alerta a las seccionales cercanas, se inició una persecución hacia Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, pero cuando los delincuentes estaban cerca del hipermercado Coto, situado en la colectora de la autopista del Oeste y Comesaña al 4000, abandonaron el auto y siguieron la huída a pie. Al llegar a Almirante Brown al 700, a unas pocas cuadras, uno de los ladrones fue detenido. Pero el otro, vio una remisería y a un chofer sentado en un auto estacionado en la puerta, por lo que lo amenazó con un arma, lo tomó como rehén e intentó huir con él en el coche. Sin embargo, al advertir que estaba rodeado de policías, se bajó del auto con el remisero como escudo humano, sacó un arma y empezó a disparar contra los efectivos. Los uniformados repelieron la agresión con balas de goma ante la presencia del rehén, pero de repente el delincuente se efectuó un tiro en la cabeza y cayó al piso gravemente herido con pérdida de masa encefálica. Al tiempo que el remisero era puesto a salvo, una ambulancia trasladó al asaltante al hospital Ramón Carrillo de Ciudadela, pero murió antes de llegar al centro de salud. Tras la llegada del fiscal de turno de La Matanza, Sergio CARRERA FERNÁNDEZ, se comenzó a requisar el vehículo en el que se movilizaban los ladrones y se hallaron varias armas, dos pistolas 9 milímetros, dos pistolas 45, una ametralladora y una campera de un uniforme policial. "Con esa cantidad de armas, un kiosco no iban a asaltar. Estamos seguros que iban a robar un banco, pero el servicio de prevención funcionó", dijo un jefe policial.-
06/01/2010
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